Es fundamental comprender que tempranamente la fotografía se concentró en ciertas secciones al interior de las revistas y diarios del periodo, particularmente en aquellas sobre crímenes (policiacas); eventos noticiosos, lo que más tarde conoceremos como reportajes o foto-reportajes; deportes; desarrollos tecnológicos y/o urbanos; y vida social de las clases altas (y luego más transversalmente también medias y bajas, especialmente en relación a actividades y entornos asociativos). Y por el contrario estuvo más ausente de secciones literarias, anuncios publicitarios, comentarios políticos y portadas, donde predominaron los dibujos, caricaturas y grabados.
La Fig. 9 corresponde a una plana casi completa de The Chilian Times, donde se incluyen dos fotografías y una caricatura política. En ella es posible observar no solo la convivencia de distintas técnicas en una misma hoja impresa, sino que además la sobrevivencia de la imagen manual, sobre todo asociada a ciertos temas particulares, como es, justamente, el comentario político que, por razones incluso legales, no podía estar acompañado del retrato fotográfico del personaje referido.
Figura 9: The Chilian Times. Nº 1579. 24 de diciembre 1898
Como ya se trabajó en un artículo anterior[1], se produce una suerte de postergación de la imagen fotográfica en relación a algunos roles comunicativos que esta no podría cumplir, como es el caso de la publicidad ilustrada, por ejemplo, y de la sátira política, contenidos para los cuales la imagen manual no se habría visto debatida por el ingreso de la fotografía[2]. Santa Cruz Grau ha analizado cómo en revistas del periodo se halla, en las secciones para el comentario político, una indudable ausencia de reproducciones fotográficas, en tanto estos espacios requerían de ilustraciones caricaturizadas que no guardaran pretensiones de realidad, sino humorísticas o irónicas. La tradición de estas imágenes es antigua y –dentro de su variedad– pueden asociarse a ciertos códigos picarescos, costumbristas, cómicos, etc., según el requerimiento comunicacional o editorial del medio impreso[3].
Sobre la Fig. 9 es interesante, además, especialmente para el ojo contemporáneo, el uso de distintos ángulos de presentación de las imágenes. En este caso se privilegia el tamaño de la ilustración manual, razón por la cual se la incluye en vista rotada respecto de la diagramación de la página, una cuestión que debe comprenderse dentro de la lógica de una cultura visual en proceso de transformación.
[1] Ver: Iroumé, Nicole, “La fotografía impresa, el caso de las revistas juveniles en Chile”, en Juventud y fotografía en revistas juveniles chiles del siglo XX, ed. por Oscar Aguilera & Nicole Iroumé (Santiago: RIL editores, 2018), 143-206.
[2] Es importante señalar que sí hubo cierta incidencia de la fotografía en la caricatura política, especialmente a través de montajes foto-litográficos.
[3] Ver: Santa Cruz Grau, Luis, “Revista Corre Vuela: Un magazine popular”, en El estallido de las formas. Chile en los albores de la “cultura de masas”, por Carlos Ossandón y Eduardo Santa Cruz (Santiago: LOM, 2005), 101-124.