El propio tránsito del aparato fotográfico no queda fuera de los temas escogidos por los periódicos y revistas de la época. En este sentido, encontramos que se incluye una serie de fotografías cuya pista conlleva a comprender parte de la propia historia de la cámara fotográfica y los nuevos usos a los que puede servir la imagen técnica. Así, se incluyen fotografías aéreas, submarinas, fotografía astronómica, reproducciones de radiografías, telefotografías, cuya existencia estuvo posibilitada por la aparición en el mercado de las cámaras portátiles. Estas, mucho más livianas y transportables, permitieron la multiplicación de los puntos de vistas y la aparición (aunque aún escasa para ese periodo) de la fotografía espontánea y en movimiento. Asimismo, el uso del flash de magnesio posibilitó vistas nocturnas de las grandes ciudades iluminadas, un espectáculo visual que producía y re-producía el imaginario de la modernidad.
Figura 14: Pacífico Magazine. Vol V. N28. Vuelo de un aeroplano iluminado.
Figura 15: Pacífico Magazine. Vol. 5. Nº 30. La astronomía ayudada por la fotografía (pág. 701). 1915
Figura 16: El Ring. Año 1 Nº1. Llegadas de las carreras de domingo (pág. 23). 2 de junio 1917.
En este sentido, se resalta una función auxiliar de la fotografía: desde la difusión del medio y sobre todo ante las críticas que surgieron desde el campo del arte, los defensores de la fotografía argumentaban su utilidad como herramienta para las ciencias y el desarrollo del conocimiento, en general. Esto se evidencia a través de titulares como “La astronomía ayudada por la fotografía”, que se repiten para el caso de distintas disciplinas (ver Fig. 15). Esta cuestión funciona de similar forma para algunos deportes, para los que la fotografía pasa a ser una herramienta fundamental, como es el caso de las carreras de caballos, donde la imagen fotográfica de la meta no solo ilustra, sino que también dirime los resultados (Fig. 16[1]). Por otro lado, hay imágenes que se presentaron no solo desde su cualidad científica, sino que destacaban las propias capacidades del medio y la obtención de tomas innovadoras y curiosas en general, como es el caso de la representación fotográfica de un aeroplano iluminado (Fig. 14), sobre el fondo de una vista nocturna de la ciudad de San Francisco[2].
[1] Para los aficionados al hipódromo, sin embargo, Race Horse (1872-1878), de Eadweard Muybridge, había hecho prever ya el valor que tendría la fotografía en la hípica.
[2] Sobre esta fotografía es interesante apuntar, además, que el propio pie de imagen destaca la técnica y explica que se trata de una reproducción (un grabado) de una imagen fotográfica obtenida manteniendo el obturador abierto, durante toda la duración del vuelo del aeroplano.