Sobre esta reelaboración y ampliación de temas y motivos concernientes al mundo popular favorecida por el fotograbado, podría esgrimirse que una publicación pionera fue Sucesos.[1] En 1902, la revista recurría a estrategias ideológicas de larga data como las que tipologizaban lo popular y lo reducían a estereotipos, pero las aplicaba ahora a un motivo cuya emergencia solo pudo darse con el advenimiento del aparato técnico, nos referimos a los delincuentes retratados en fotos policiales [fig.6]. La imagen mecánica no solo dio pie a su configuración tipologizada, sino también una arista angular para comprender los alcances culturales de estas representaciones: la expansiva difusión social auspiciada por el fotograbado aplicado a la prensa.
Entre otros temas que Sucesos exploró se encuentran los relativos a la denominada cuestión social, dando pie a reportajes gráficos sobre la vida en poblaciones y conventillos enquistados en plena urbe, que ofrecían una visibilidad inédita al problema de la miseria [fig. 7]. Asimismo, y a diferencia de otras magazinescas, incursionó en temas prosaicos, mundanos y poco decorosos, como las faenas perpetradas por trabajadores del matadero [fig. 8].
[1] De propiedad de los hermanos Gustavo y Alberto Helfmann, herederos del pionero empresario alemán asentado en Chile, facturada en la que sería la famosa Imprenta Universo, una de las más competitivas del rubro en el despunte del siglo XX.