En el reordenamiento experimentado por el sistema de la prensa a comienzos del siglo XX, las representaciones de lo popular, entendido a partir de Gramsci como subalternidad en una relación de hegemonía material y social[1], también experimentaron cambios y reconfiguraciones en su ingreso a la lógica de consumo visual masivo. Una revista que contribuyó a esta reconfiguración fue precisamente la popular magazinesca Corre Vuela.
Esta publicación fue editada y facturada al calor de la asociación entre El Mercurio y Zig Zag y formó parte de una constelación editorial que tempranamente dio cuenta de las políticas de segmentación de públicos articulada en los albores de la moderna industria de la prensa. Este repertorio incluyó revistas como la propia Zig Zag, Selecta, Pacífico Magazine y El Peneca. A diferencia de las tres primeras, que tuvieron pretensiones más exclusivistas, Corre Vuela, con un tiraje cercano a los 20.000 ejemplares[2], estuvo dirigida principalmente a los sectores sociales subalternos[3].
Las funciones que cumplió la imagen al interior de la revista fueron variadas. Es importante notar que, al menos durante su primer año, cada número incluyó varias imágenes facturadas originalmente en medios manuales, como ilustraciones de textos literarios, tiras cómicas [fig. 3] y caricaturas a color y en dos tintes -en efecto, la portada de Corre Vuela correspondió durante mucho tiempo a una caricatura a página completa y llamativamente coloreada [fig. 1]. Estas convivieron con imágenes de anuncios publicitarios [fig. 4] y, por supuesto, con fotografías impresas [fig. 5]. Es en estas últimas que, planteamos, se produce una reconfiguración en la representación de lo popular, lo que se traduce, entre otras cosas, en la ampliación del arco temático y de los motivos concernientes a las experiencias y condiciones de vida de los sectores precarizados, escasamente visibilizados hasta entonces en la prensa ilustrada chilena. Pensamos que la incidencia sostenida de la fotografía en la representación de lo popular documenta, pero a la vez articula visualmente las transformaciones que, en los albores del siglo XX, los sectores subalternos experimentan tanto en el orden productivo (con la expansión del sistema de trabajo capitalista), como a nivel social y cultural (con la consolidación de la figura del obrero y la conformación de la gran masa proletaria).
[1] Gramsci, Antonio, ¿Qué es la cultura popular? (Valencia: Universidad de Valencia, 2011 [1976]).
[2] Ossandón y Santa Cruz, Entre las alas y el plomo…
[3] Este es un volumen no despreciable, considerando que Zig Zag imprimía, hacia 1909, alrededor de 33.000 ejemplares por número (Soto-Veragua, Historia de la imprenta en Chile…, 206).