Una participación angular en este programa más completo de renovación de los códigos culturales y condiciones enunciativas que efectuó programáticamente la prensa del intersiglo la desempeñó precisamente la imagen impresa. Melot señala que la imagen cumplió un rol fundamental en la tarea de democratización (y comercialización) de la cultura[1]. En efecto, la imagen, y particularmente la fotografía impresa, se utilizará de forma sostenida, independizándose, en ocasiones, de su función exclusivamente ilustrativa de los contenidos textuales. Se convertirá, al decir de Ossandón y Santa Cruz[2], en el producto por excelencia del nuevo sistema industrial de producción editorial.
En este proceso tomó lugar necesariamente un factor cuantitativo: hubo efectivamente más imágenes circulando y siendo consumidas por un público cada vez más amplio y transversal, pero simultáneamente, se dio lugar un factor socio-cultural, que tuvo que ver con las funciones y usos de la imagen impresa. Haciendo una interpretación laxa de lo planteado por Chartier, el que la imagen se haya tornado “popular” indica ante todo un tipo de relación, “una manera de utilizar productos o códigos culturales compartidos” por un grupo significativo al interior de un conjunto social[3]. En otras palabras, la imagen, con sus diferentes funciones, fue un producto cada vez más disponible, de tal modo, la sociedad completa compartió el verse expuesta de forma habitual a ella. La familiarización de los públicos con la imagen, sus códigos y recursos representacionales se vio favorecida, en buena medida, gracias a las posibilidades abiertas por la fotomecánica.
Las funciones a las que se destinó el fotograbado al interior de los proyectos editoriales de carácter empresarial fueron múltiples. No nos dedicaremos a examinar estos usos en profundidad, más bien intentaremos pensar inicialmente, y a partir de un análisis de los fotograbados incluidos en Corre Vuela, sobre la función primordial que cumplieron las representaciones de lo popular-subalterno en las nuevas lógicas visivas orientadas al consumo masivo -y mediadas por los órdenes tecnológicos industriales—, y la consecuente ampliación y reconfiguración del espectro temático de este tipo de imágenes, habilitada por la reproducción fotomecánica.
[1] Melot, Michel, “La naturaleza y significado de la estampa y su significado”, en: El Grabado (Milano: Skira Editore, 1999).
[2] Ossandón y Santa Cruz, Entre las alas y el plomo…
[3] Chartier, Roger, ““Cultura popular”: Retorno a un concepto historiográfico”, Manuscrits, 12 (1994): 43-62, 50.