Dentro de la estandarización en que derivó la imagen fotográfica del sujeto mapuche hacia fines del XIX, sobre todo para el caso femenino, encontramos un modo de componer que se basaba en el uso de poses frontales y encuadres medios que dejaban ver los atributos más “exóticos” de las represadas: las joyas de plata. El tipo femenino mapuche basó en gran medida su esquema composicional en el empleo del cuerpo estático como exhibidor de la joyería tradicional mapuche, cuestión que fue dejando de lado poses, encuadres y ángulos que quitaran protagonismo a este atributo.
(Serie elaborada por Nicole Iroumé)